...el modelo de sociedad en el que las relaciones afectivas se desarrollaban en un espacio continuo y cercano (un barrio o una ciudad) está desapareciendo. El mantenimiento de las relaciones afectivas se ven influenciadas por una nueva condición espacio-temporal que llamamos de tipo “glocal”. Gracias a las TICs empezamos a vivir en una dimensión local y global al mismo tiempo. El modo de vida en el espacio local esta condicionado por la posibilidad de comunicarnos con personas que viven en esa dimensión global. Los procesos de migración siempre han existido, sin embargo por primera vez en la historia nos encontramos en la condición de poder guardar contacto casi cotidiano con las personas que queremos y es esto lo que genera un nuevo estilo de vida asociado a lo que hemos llamado entorno “glocal”.
En este proceso de comunicación “glocal” basado en el uso intensivo de las nuevas tecnologías la llamada “identidad digital” adquiere un enorme protagonismo. Las TICs en definitiva contribuyen a la representación y la publicidad de nuestra identidad. Estamos acostumbrados a entender nuestra identidad sólo en su dimensión presencial y la asociamos sobretodo a la actualidad; del pasado sólo mostramos los que más nos gusta. Sin embargo hoy cobra una creciente importancia nuestra identidad digital formada por toda la información asociada a nosotros presente en la red. La identidad digital se caracteriza por su dimensión temporal. El proceso de construcción de la identidad digital a lo largo del tiempo deja huella en la red y queda visible y accesible a todos. La identidad digital se percibe como la suma de la identidad del pasado (la huella) y de la identidad del presente. Estamos viviendo un claro proceso de cambio, aunque todavía podemos estar despreocupados de nuestra identidad digital, el futuro será muy diferente.
Muy pronto el concepto de identidad integrará tanto una dimensión digital, como una física.
Según Tim Berners-Lee el futuro de la red además de conectar las personas servirá para conectar los documentos con las personas. Es decir que cada persona tendrá una identidad digital a la que le estará asociado todo tipo de información y toda su actividad en Internet: los lugares donde vivimos, a donde viajamos, nuestras fotos, vídeos y contactos .
Una consecuencia de esta dinámica es la afirmación definitiva de una identidad (única) en la web, reconocible por cualquier agente, persona o aplicación.
Nuestro estilo de vida se ve afectado por el uso de las TICs. Cambia nuestro ritmo de vida, cambian los lugares donde vivimos, las personas con las que nos relacionamos. Cambia la dimensión afectiva, espacial y temporal en la que vivimos y trabajamos. Cambia la forma de mostrar nuestra identidad pública y privada. ¿Cómo afecta todo esto al espacio público? ¿Acaso nos encontramos frente a una nueva posibilidad para crear nuevos modelos de conexión social en el “espacio público sensible”? Sería interesante hacer un estudio para comparar el uso del espacio público físico con el digital y relacionarlo con sus protagonistas (usuarios y productores)...
Domenico Di Siena para el blog “La Ciudad Viva“, una iniciativa de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.
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